Hiperhidrosis con Toxina Botulínica
Dra. Brenda Itzel Rodríguez Morales
¿Qué es la Hiperhidrosis?
La hiperhidrosis es una alteración caracterizada por un aumento de la sudación más allá de la termorregulación, esta puede ser primaria/o idiopática o secundaria a fármacos o alguna patología.
Las regiones que con mayor frecuencia suelen ser más afectadas son donde se tengan mayor densidad de glándulas ecrinas, como lo es la frente, axilas, palmas y plantas. La forma más frecuente es la idiopática. En el 60% de los casos afecta a palmas y plantas, y en un 30-40% a las axilas
Esto se cree que puede ser por un aumento en el impulso colinérgico hiperactivo de las glándulas ecrinas y no porque sea un cambio o alteración de la estructura de la glándula.
Esta puede ser diagnosticada y clasificada según su extensión en ser generalizada o focalizada, al igual que según sea su causa. La hiperhidrosis generalizada es aquella en que afecta a todo el cuerpo y la focal solo puede afectar a una zona en específico y bilateralmente.
Existe un método llamado Test de Minor o Yodo-almidón donde se busca identificar las áreas donde se encuentra el aumento del sudor, este consiste en aplicar la solución de yodo en la zona de sospecha y posterior a secar aplicar almidón (maicena) dando como resultado una tinción oscura de las áreas con mayor hiperhidrosis.

Para el tratamiento de la hiperhidrosis tenemos como ya se mencionó saber su causa, así como la localización de la zona afectada, la intensidad de la sudoración, si tiene mal olor el sudor que puede ser causante de algún microorganismo, así como la importancia de que tanto le afecta al paciente al presentar esta patología.
Una de las técnicas que se ofrece es el uso de la toxina botulínica tipo A la cual inhibe la liberación pre-sinaptica de acetilcolina en las terminaciones nerviosas post-ganglionares en las uniones neuromuscular y de las glándulas ecrinas. Al inhibir la liberación de acetilcolina se bloquea la inervación de la glándula ecrina y disminuye la sudoración. La toxina botulínica no disminuye, ni elimina el mal olor de la zona tratada, pues depende de la secreción de las glándulas apocrinas, y éstas están inervadas por fibras simpáticas adrenérgicas, insensibles a la acción de la toxina.
Por lo que en su caso, se debe de complementar con tratamientos para atacar mal olor y dichos microrganismos.
Esta se ha considerado una de las terapias efectivas para la hiperhidrosis reduciendo el sudor durante un lapso promedio de 6-8 meses e incluso durando hasta los 12 meses, viendo una mayor mejoría con el uso de este tratamiento sucesivamente. Esta terapia ya ha sido aprobada por la FDA desde el año 2004.
Existen varias técnicas de aplicación de la toxina botulínica la cual se debe adecuar a cada paciente, para mejorar su calidad de vida, ya que se ha visto que esta patología afecta emocionalmente a los pacientes que lo padecen.